Los Indiana Pacers soltaron un vendaval en Indianápolis y demolieron 108-91 a unos Oklahoma City Thunder irreconocibles, empatando 3-3 unas Finales de la NBA que rugirán hasta un dramático Juego 7 este domingo.

Con la nación NBA pendiente de su gemelo derecho, Tyrese Haliburton jugó tocado, metió 14 puntos y prendió la chispa para que Indiana firmara un partido casi perfecto: seis jugadores en dobles dígitos, Siakam (16 pts, 13 reb) y Toppin (20 pts) lideraron el show. La defensa de Rick Carlisle ahogó a Shai Gilgeous-Alexander (21 pts, 8 pérdidas) y dejó a OKC temblando con 21 balones perdidos y un miserable 26% en triples.

Será la primera vez desde 2016 que las Finales llegan a un séptimo duelo: entonces LeBron y sus Cavs remontaron a los Warriors. Ahora, Haliburton y sus Pacers del milagro quieren firmar otra página legendaria… y robar la gloria en el Paycom Center de Oklahoma.

Domingo: todo o nada. #Game7