República Dominicana emerge como nuevo hub de manufactura en el Caribe: impulso clave para la economía nacional

República Dominicana emerge como nuevo hub de manufactura en el Caribe: impulso clave para la economía nacional

SANTO DOMINGO — La República Dominicana consolida su posición como uno de los principales centros de manufactura del Caribe y América Latina, gracias a un entorno cada vez más atractivo para la inversión extranjera, políticas gubernamentales favorables y una infraestructura en constante expansión.

En los últimos años, el país ha experimentado un crecimiento sostenido en el sector de zonas francas, con la instalación de nuevas plantas de manufactura avanzada en áreas como dispositivos médicos, textiles, electrónicos y productos farmacéuticos. Empresas multinacionales han encontrado en territorio dominicano una combinación estratégica de ubicación geográfica, mano de obra calificada y tratados comerciales que facilitan el acceso a mercados clave como Estados Unidos, Europa y América Latina.

“El auge de la manufactura no solo genera miles de empleos directos e indirectos, sino que también contribuye significativamente a la diversificación de la economía nacional y al incremento de las exportaciones”, señaló un vocero del Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes.

Según cifras del Consejo Nacional de Zonas Francas de Exportación (CNZFE), el sector manufacturero dominicano superó los 8,000 millones de dólares en exportaciones durante el último año, marcando un récord histórico y reafirmando el rol del país como plataforma de producción regional.

Además del crecimiento económico, este posicionamiento refuerza la estabilidad macroeconómica del país, mejora la balanza comercial y fortalece la creación de encadenamientos productivos que benefician a pequeñas y medianas empresas locales.

La República Dominicana se proyecta ahora como un destino competitivo para relocalizar operaciones industriales, en un contexto global donde las cadenas de suministro buscan eficiencia y resiliencia. Esto coloca al país en el radar de inversionistas que apuestan por la manufactura cercana a mercados de alto consumo (“nearshoring”).

Con una visión de desarrollo sostenible e inclusivo, las autoridades dominicanas continúan promoviendo iniciativas que incentiven la innovación, la formación técnica y el fortalecimiento del clima de negocios, consolidando el camino hacia una economía más robusta y globalmente integrada.

Publicado el 5 de junio de 2025

SANTO DOMINGO — La República Dominicana consolida su posición como uno de los principales centros de manufactura del Caribe y América Latina, gracias a un entorno cada vez más atractivo para la inversión extranjera, políticas gubernamentales favorables y una infraestructura en constante expansión.

En los últimos años, el país ha experimentado un crecimiento sostenido en el sector de zonas francas, con la instalación de nuevas plantas de manufactura avanzada en áreas como dispositivos médicos, textiles, electrónicos y productos farmacéuticos. Empresas multinacionales han encontrado en territorio dominicano una combinación estratégica de ubicación geográfica, mano de obra calificada y tratados comerciales que facilitan el acceso a mercados clave como Estados Unidos, Europa y América Latina.

“El auge de la manufactura no solo genera miles de empleos directos e indirectos, sino que también contribuye significativamente a la diversificación de la economía nacional y al incremento de las exportaciones”, señaló un vocero del Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes.

Según cifras del Consejo Nacional de Zonas Francas de Exportación (CNZFE), el sector manufacturero dominicano superó los 8,000 millones de dólares en exportaciones durante el último año, marcando un récord histórico y reafirmando el rol del país como plataforma de producción regional.

Además del crecimiento económico, este posicionamiento refuerza la estabilidad macroeconómica del país, mejora la balanza comercial y fortalece la creación de encadenamientos productivos que benefician a pequeñas y medianas empresas locales.

La República Dominicana se proyecta ahora como un destino competitivo para relocalizar operaciones industriales, en un contexto global donde las cadenas de suministro buscan eficiencia y resiliencia. Esto coloca al país en el radar de inversionistas que apuestan por la manufactura cercana a mercados de alto consumo (“nearshoring”).

Con una visión de desarrollo sostenible e inclusivo, las autoridades dominicanas continúan promoviendo iniciativas que incentiven la innovación, la formación técnica y el fortalecimiento del clima de negocios, consolidando el camino hacia una economía más robusta y globalmente integrada.

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